martes, 10 de marzo de 2015

EL CORPORATIVISMO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN




Por Pedro Taracena Gil
Periodista

El llamado CUARTO PODER, mantiene unos vicios contraídos desde siempre y que son consustanciales con su naturaleza y su instinto de supervivencia. La primera de las perversiones es la ausencia de autocrítica. Apenas corrigen públicamente sus erratas, sus mentiras u omisiones  intencionadas.  Pero sin llevar a cabo ningún análisis crítico desde el punto de vista periodístico. De esta nefasta práctica se deriva el llamado corporativismo, es decir, que la profesión es un gremio que está por encima de las exigencias de la verdad que piden los ciudadano. Una de sus cualidades más preciadas que siempre pregonan, es la independencia. Pero no precisan de qué o de quienes son independientes. ¿Del poder político? ¿Del poder económico? ¿Del poder financiero? Es fácil deducir que esa independencia es una falacia. La auténtica libertad de expresión independiente se constituye hoy día a través de las Redes Sociales. La prensa escrita va perdiendo paulatinamente los lectores-clientes de los kioscos. Los periódicos se financian por los poderes económicos que les interesa tener voceros pagados, a modo de secuaces con o sin carnet del partido. Para manipular las noticias que les puedan perjudicar. Tenemos algunos ejemplos: PÚBLICO desapareció del mapa periodístico a través de  un boicot de los banqueros. EL PAÍS, sin embargo, perdió su aparente independencia y progresismo cuando el grupo PRISA, lejos de suprimir su línea de negocio del mercado de la prostitución, ha caído en manos de un grupo especulador yanqui. Otro ejemplo está en ANTENA 3, esta cadena se homologa sin ningún disimulo con el poder conservador y franquista, cuando su línea editorial la refuerza mostrando la primera página de los diarios, coincidiendo su conservadurismo en escala contraría a su tirada. Para ANTENA 3 el nivel de prioridad y de importancia es: LA RAZÓN, ABC, EL MUNDO Y EL PAÍS, exactamente colocados de forma inversa al número de ejemplares vendidos. La ausencia de lectores que acuden a los puestos de periódicos, se suple nutriendo las tertulias y los telediarios, utilizando los periódicos impresos como guión, donde se extractan las noticias según convenga al medio en cuestión. Sería injusto, no obstante, y además se faltaría a la verdad si se mantuviera la perversa y tendenciosa idea de que todos son iguales. Pero son escasos los medios que se atrevan a criticar las políticas emanadas del bipartidismo. Los medios públicos tanto nacionales como autonómicos, son polea de transmisión de la ideología imperante. Salvo el periodo donde TVE estuvo bajo el control del Parlamento y no bajo el Gobierno.
Esta impostura del periodismo homologa a todos los medios con carácter general, incluyendo aquellos tomados por más avanzados, como pueda ser el grupo PRISA. Todos mantienen un seudoperiodismo donde los tertulianos vienen a los platós con el carnet de la ideología en la boca.  A la cual sirven y de la cual cobran. Escasos programas de La Casta se escapan sin estar al servico incondiconal de la oligarquía imperante de origen franquista. También algunos francotiradores como puedan ser ciertos programas de La Sexta como Salvados, El Intermedio y la Sexta Columna. Las características mantenidas por La Sexta Noche, están muy lejos de presentar un periodismo de calidad y de verdad, pero esa misma estructura con otro moderador, quizás, el rendimiento y la eficacia en pro de la información objetiva, sería manifiestamente mejorada. Al Rojo Vivo y El Objetivo son dos espacios llenos de pretensiones. Aunque cada día repitan el eslogan de más periodismo, lo único que logran es homologarse con el periodismo más inquisidor y tendencioso. Todos los profesionales que participan en estas tertulias, que las convierten en auténticos gallineros, lo saben pero siguen el guión estableciodo: Todos contra UNIDOS PODEMOS y vale todo.



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